Poco a poco los muros van creciendo y la verdad es que el aspecto es mejor de lo que me esperaba para ser el primer tramo. Casi toda la parte que se ve va enterrada, así que era la zona óptima para hacer las primeras pruebas. De esta hilada en adelante vamos a cambiar la técnica. Ya no vamos a encofrar más el muro, vamos a sentar la hilada de piedras que se ve con mortero y a hormigonar únicamente la parte trasera del muro, que incluso así tendrá espesor más que suficiente para aguantar la carga.Tenía prisa por levantar estos muros antes de las lluvias de septiembre, ya que me preocupaba que la lluvia desmoronase los taludes, pero ya hemos aguantado las primeras lluvias y parece que la tierra sigue en su sitio, así que, prueba superada!
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Es interesante cómo, a pesar de las expectativas iniciales, el primer tramo de los muros ha superado las expectativas en cuanto a su aspecto y funcionalidad. La decisión de no encofrar más y cambiar a una técnica más sencilla pero efectiva, con mortero y hormigonado solo en la parte trasera, muestra un enfoque práctico y adaptativo que optimiza el tiempo y los recursos. Además, la preocupación por las lluvias de septiembre era completamente válida, pero al ver que las primeras lluvias no han afectado la estabilidad del terreno, se siente una gran satisfacción por haber anticipado y manejado el riesgo. Es un ejemplo claro de cómo la paciencia, junto con la planificación adecuada, da buenos resultados a largo plazo. ¡Prueba superada, sin duda!
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